Este frio se volvió luminoso y encantador casi como la tontería de lima la gris; pero a la vez se pone tétrico por la incertidumbre del que ocurrirá mañana o un terremoto o un pequeño sismo.

El cigarro no funciona en este momento, solo una copa de un alcohol bien fuerte y una bufanda.
Necesito algo más fuerte que un maldito ósculo en la mejilla, algo más placentero y enloquecedor. Necesito algo de una buena amante al cosmopolita, frenético y masoquista. Que me deje las mejillas rojas de tantas bofetadas que me haga callar de una buena ves y me cambie la idea de ser el rebelde mediocre sin causa. Atrás al bendito anarquismo que no resulta para nada. Que regrese el grunge, que regrese los noventa, para que se quemen con la maldita heroína y fluya en los ojos de los muchachos dolidos por una infancia atroz.

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