Caminabas contra la corriente cuando me tropecé contigo, trate de pasar y no ayudarte, pero decir un “no”, para seguir fue imposible. No pude extender mi brazo para levantarte, solo te abrace y te pusiste de pie. Demoraste medio minuto en dejarme de abrazar, y por ese lapso pude sentir lo que no sentía desde hacia años, un cálido respiro y la necesidad de ser amado. Pero bueno como todo comienzo, siempre se haya un final feliz o triste.
En este caso se podría decir que aun no hay un final, es que decisivamente aun no se logra entender el paradigma de los pensamientos ajenos.
También pude conocer algunos emociones, anómalas e imprescindibles. Conocí grupo de personas que aun tienen la corrupta idea que para llegar a la inspiración se necesita de un simple antojo y vicio. Hace no poco pude percatarme que estaba equivocado, pues caminando sin rumbo y con un toque de melancolía me salió algo fortuito de la pequeña masa cerebral que aun mantengo fresco; agarre un papel que tenia en bolsillo y un lápiz que tenia en el canguro e las cosas salieron sin la necesidad de fumar.
Fue un lapso corto pero eficaz, entre esas líneas se encontraban sucesos que marcaron, tonterías que agraciaron, también claro estupideces que nos descontrolaron e entristecieron nuestras bocas.
Al seguir con mi camino, no duro mucho en que yo caiga. Espere que alguien me extienda la mano o al menos me digan si me encuentro bien; pero eso nunca llego, solo una pequeña imagen que cayo del cielo en donde posaban dos elementos galanes. En eso pude volver a escuchar esa corta frase que entumecieron esa noche:
”no te dejare nunca… tampoco te perderé de vista, y tu mejor respuesta es cuando tu no dices nada de todo esto.”
Siempre nos olvidan.
Siempre nos pierden de vista.No le Creas a nadie.Tampoco a mi.